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Pagan por fugas de arroz transgénico de Bayer

 

En agosto del 2006, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en inglés) anunció que los cultivos de arroz en ese país habían sido contaminados por arroz genéticamente modificado de Bayer con resistencia a herbicidas -llamado LL601- y no aprobado para consumo humano, sacudiendo los mercados de arroz en todo el mundo. A ello siguió una cascada de costosos eventos. El impacto económico final para la industria norteamericana del arroz fue de entre 681 y 1,104 millones de dólares estadounidenses.

 

El origen de la contaminación sigue sin ser explicado hasta hoy. Contaminación costosa La contaminación por OGM fue detectada por primera vez en la amplia cosecha de arroz de 2006 en Arkansas y otros estados colindantes de Estados Unidos. La cadena de eventos desatada impactó no sólo a los agricultores y procesadores de ese país, sino también a los transportistas, importadores y distribuidores de arroz en todo el mundo. A pocos días del anuncio, Japón, la Unión Europea (UE) y otros países cerraron sus mercados a las importaciones de arroz norteamericano. No obstante, en los meses siguientes se detectó contaminación por arroz transgénico en Europa, África y varias regiones más, ocasionando el retiro del producto desde Filipinas hasta Ghana, y a la implementación de un estricto régimen de pruebas por parte de la UE.

 

El resultado fue una pérdida casi inmediata de 168 millones de dólares del valor de la cosecha norteamericana registrada en los mercados de futuros estadounidenses (Raun, 2007). A finales de la temporada de comercialización 2006-2007, el declive en los mercados aunado a la pérdida de exportaciones costó en promedio 70 mil dólares a cada una de las 6,085 granjas arroceras en Estados Unidos (USDA, 2009). Para minar aún más la confianza en el arroz norteamericano, en octubre de 2006, Francia anunció que había encontrado un segundo transgen ilegal de Bayer en el arroz importado de ese país (EURAS, 2006). Con los precios en plena caída, los agricultores y procesadores estadounidenses gastaron casi 100 millones de dólares para eliminar la contaminación por OGM de las granjas y suministros de semillas.

 

Las compañías transportistas, distribuidoras y otras también sufrieron debido a envíos de arroz paralizados y suministros que no pudieron comercializarse. En total, se estima que el escándalo le habría costado a la industria arrocera norteamericana al menos 681 y quizá hasta 1,104 millones de dólares. Este estimado no incluye los costos para las compañías en Europa y otros países que se vieron forzadas a hacer pruebas de contaminación y a limpiar la contaminación por completo, ni el pago de requerimientos legales punitivos y compensatorios, aún no determinados, iniciados contra Bayer

© 2015 por:

Hernández Hernández Fredy

Maya Reyes Abigail

Quebrado Servin Gerardo

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